4 de diciembre de 2025
TRANSICIÓN
Agustín Neme se despidió con lágrimas del Concejo Deliberante
El presidente del bloque PRO protagonizó un emotivo cierre de la última sesión en el Concejo, previo a suceder a Guillermo Montenegro. Sin embargo, su gesto emocional generó lecturas encontradas en el oficialismo: mientras algunos valoran la autenticidad, otros lo ven como un signo inoportuno para el futuro jefe comunal interino.

El Concejo Deliberante de General Pueyrredon fue testigo del final de una etapa para el actual presidente del bloque de concejales del PRO, Agustín Neme, quien se prepara para asumir como Intendente interino tras la licencia solicitada por Guillermo Montenegro. La última sesión ordinaria se convirtió en el escenario de una despedida cargada de emotividad que marcó el final de su período en el ámbito deliberativo y su inminente salto al Ejecutivo local.
Momentos antes de su discurso, Neme había votado la abstención en relación con el pedido de licencia de Montenegro, quien asumirá su banca en la Legislatura bonaerense a partir del 10 de diciembre. Tras esta votación, el edil se dirigió brevemente al balcón del segundo piso del Palacio Municipal para luego regresar al recinto.
La alocución de Neme se produjo al final de la sesión y con un tono visiblemente quebrado, agradeció a sus compañeros, equipo y trabajadores del Concejo, subrayando la primacía de lo humano sobre lo político: “Más allá de las convicciones de uno, siempre me sentí respetado. La política es algo circunstancial, pero lo humano es lo que queda. Y yo me llevo eso de ustedes”, dijo. En sus palabras de gratitud se destacó la mención especial a Emiliano Giri, a quien definió como “un amigo del alma” y a Guillermo Montenegro, por la “posibilidad de acompañarlo en este camino” y por el aprendizaje.
Sin embargo, el eje central de su mensaje político, repetido varias veces, fue la promesa de continuidad personal frente a la inminente asunción: “Quiero seguir siendo Agustín”, afirmó, y agregó: “Voy a dar lo mejor de mí. Me levanto siendo Agustín y quiero seguir siendo Agustín. Me voy a romper el lomo por Mar del Plata. Más allá de las cuestiones políticas voy a seguir siendo Agustín. No me importa nada más que Mar del Plata”.
En los pasillos del Palacio, la emotividad del futuro intendente interino no tuvo una recepción uniforme. Si bien una parte del oficialismo valoró la autenticidad y el gesto humano de la despedida, considerándolo un rasgo positivo que lo diferencia en el juego político, mientras que en otro sector, las lágrimas resultaron un elemento que invitó a la cautela. De esta manera, el emotivo adiós de Neme en el Deliberante se ha convertido en el primer tema de debate interno sobre el estilo que imprimirá el nuevo jefe comunal interino.