3 de junio de 2025
AVANCE MEDICO
Japón creó sangre artificial que es compatible con cualquier grupo sanguíneo
El hallazgo promete transformar la atención de emergencias y salvar miles de vidas alrededor del mundo. La investigación está liderada por el equipo del profesor Hiromi Sakai en la Universidad Médica de Nara.

Un grupo de científicos japoneses lograron un gran avance médico al desarrollar una sangre artificial compatible con cualquier tipo de sangre humana. El estudio consiste en una tecnología avanzada que utiliza vesículas de hemoglobina: microcápsulas que replican la función principal de los glóbulos rojos, es decir, transportar oxígeno por el organismo.
La sangre tiene varios factores que impiden o permiten que una sangre sea compatible con otra. Por un lado, tenemos el grupo sanguíneo (A, B, AB y 0) y, por otro, el factor D, que es el que denomina Rhesus o Rh, que puede ser positivo o negativo.
Este proyecto podría significar un cambio radical en la forma en que se abordan las emergencias médicas, mejorando la eficiencia y la efectividad de los tratamientos.
En esa línea, sería útil para tratar a los pacientes antes de que lleguen al hospital, ya que no sería necesario confirmar su tipo de sangre para transfusiones; y su disponibilidad sería mucho mayor a la actual proveniente de donantes.
Uno de los aspectos más innovadores es que esta sangre artificial puede almacenarse a temperatura ambiente durante más de un año e incluso hasta dos años según estudios preliminares. En cambio, la sangre tradicional, debe mantenerse refrigerada y tiene una vida útil de 42 días.
Los ensayos preclínicos se realizaron en conejos y monos rhesus con traumatismos graves y hemorragias intensas. En todos los casos, la sangre artificial restableció las constantes vitales en menos de cinco minutos tras la transfusión, sin reacciones inmunológicas adversas.
Finalmente, es importante señalar que la sangre artificial universal podría reducir drásticamente la dependencia de donaciones humanas, disminuir los costes logísticos de los sistemas sanitarios y, sobre todo, salvar millones de vidas en catástrofes naturales, guerras o accidentes de tráfico.