La Tecla Mar del Plata
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Manino en la Privada: el candidato que incomoda a Raverta y Pulti mientras el oficialismo aplaude
La Privada de la Municipalidad siempre tiene tránsito constante, con militantes, funcionarios y curiosos entrando y saliendo. Pero en los últimos días hubo una visita que llamó la atención y encendió alarmas en dos campamentos políticos: la de Rodolfo “Manino” Iriart, candidato a concejal por una lista vecinalista.
El ex titular del Correo Nacional se dejó ver más de una vez en el despacho del intendente, casi como si fuera parte de la rutina: día por medio, entre las 15:45 y las 16. Un detalle que no pasó inadvertido.
En los equipos de Fernanda Raverta y Gustavo Pulti no disimulan la incomodidad. Saben que detrás de esas visitas se esconde una jugada que podría restarles votos en la contienda local. Y lo leen como un pase de factura por haber dejado a Iriart fuera de las principales negociaciones políticas.
Mientras tanto, en el oficialismo el gesto se festeja como propio. Entienden que cada movimiento de Manino erosiona el caudal electoral de la oposición. Y hasta lo alientan a seguir en carrera, convencidos de que su presencia en la boleta multiplica dolores de cabeza para Raverta y Pulti.
La pregunta que sobrevuela en los pasillos es inevitable: ¿se está “tornasolando” Manino? ¿De naranja scioilista a azul albertista y, ahora, cuasi violeta libertario?. Un candidato camaleónico que, sin sacar todavía un voto, ya logra incomodar a más de uno.
El bolillero del 7 de septiembre define más que bancas: funcionarios con la valija lista
Los pasillos del municipio hierven de rumores y especulaciones. Más que una elección provincial, el 7 de septiembre se vive como un auténtico bolillero en el que se juega la suerte de funcionarios y el equilibrio interno del gabinete.
En la mesa chica ya admiten que varios cargos penden de un hilo: la continuidad de más de uno dependerá de cómo se repartan las bancas en el Concejo Deliberante. Y nadie quiere quedar afuera de la foto cuando se reacomode el tablero.
La atención está puesta especialmente en el radicalismo, donde la preocupación es fuerte. El temor: que, si los números alcanzan para sostener la gestión solo con el PRO y los libertarios, la UCR quede reducida a convidada de piedra.
En ese escenario, el oficialismo se frota las manos y calcula cuántos votos necesita para que el bolillero le juegue a favor. Y mientras tanto, más de un funcionario ya tiene la valija medio armada… por si acaso.
Coimas en la Andis y clima enrarecido: crece la duda por el voto apático
El gobierno de Javier Milei vuelve a quedar bajo la lupa tras el escándalo por presuntas coimas en la Agencia Nacional de Discapacidad (Andis). En medio de la polémica, dirigentes de distintos espacios políticos advierten que el mayor riesgo no está solo en el impacto institucional, sino también en las urnas.
El 7 de septiembre se celebrarán las elecciones provinciales y, a diferencia de lo que el oficialismo esperaba, la principal incógnita ya no es el resultado sino la participación. Los comicios que transcurrieron este año han mostrado una marcada baja en la concurrencia, y todo indica que la tendencia podría repetirse.
A la bronca social se suma la percepción de que “todo es más de lo mismo”. Ese hartazgo, según analistas políticos, podría canalizarse a través del voto en blanco, un mecanismo que no suma a la oposición kirchnerista ni a las fuerzas menores, pero que funcionaría como un mensaje directo de rechazo al gobierno nacional y, al mismo tiempo, a la clase política en general.
El tablero aún está en movimiento. Si la ola de descontento se traduce en las urnas, el 7 de septiembre podría dejar un dato inquietante: una elección definida no tanto por quién gana, sino por cuántos deciden no elegir.
El “Mar de Torres” de vuelta en el ojo de la tormenta
Las excepciones urbanísticas vuelven a estar en el ojo de la tormenta en Mar del Plata. En las próximas días se formalizará una nueva presentación contra un proyecto de torre, lo que reaviva el debate sobre la regulación del desarrollo inmobiliario en la ciudad.
El antecedente inmediato es el caso de la torre de 35 pisos frente a la costa, que generó una fuerte controversia y derivó en un expediente judicial aún en trámite. Ahora, una nueva denuncia apunta contra otro emprendimiento en altura que, según los denunciantes, avanza gracias a la aprobación de excepciones en el Concejo Deliberante.
El tema promete encender la discusión pública, en un contexto donde los permisos especiales para grandes construcciones se han convertido en un símbolo de disputa entre desarrolladores, vecinos y la política local.
La llegada de más Fuerzas Federales
La foto de la última semana en Mar del Plata no fue en un despacho político, sino en la sede local de Prefectura. Allí, con la visita de la secretaria de Seguridad Nacional, Alejandra Monteoliva —acompañada por el director de Fiscalización y Despliegue Territorial, Gustavo Jara—, se confirmó el refuerzo de casi un centenar de efectivos para patrullar las calles de la ciudad.
El operativo eleva a más de 300 el número de federales desplegados, con presencia en barrios periféricos y también en el centro, siguiendo el “mapa de calor” del delito y bajo el paraguas del Plan 90/10. En la mesa chica del gobierno remarcan que se trata de un gesto concreto ante la inseguridad, pero en la oposición no descartan que también se esté pensando en la postal de la próxima temporada, cuando la ciudad suele transformarse en vidriera nacional.
Monteoliva, que recorrió instalaciones y se llevó informes detallados, prometió continuidad en las visitas y en el “acompañamiento” a la ciudad. Mientras tanto, el desembarco deja una señal clara: Mar del Plata volvió al radar del Ministerio de Seguridad, aunque todavía nadie sabe si alcanza para torcer la percepción ciudadana.