23 de septiembre de 2025
DEBATE EN COMISIONES
El radicalismo insiste en marcar la diferencia y ordena la discusión en el Concejo Deliberante
En la comisión de Derechos Humanos, Núñez sostuvo la postura de la UCR y se desmarcó de sus socios locales, a partir de expedientes vinculados al veto presidencial a la Ley de Emergencia en Discapacidad. El radicalismo vuelve a mostrarse alineado en sus diferentes niveles y con agenda propia, mientras la fractura del oficialismo local queda cada vez más expuesta.

La política marplatense sigue sumando capítulos a la novela del reacomodamiento. Esta vez fue en la comisión de Derechos Humanos del Concejo Deliberante, donde se discutieron dos expedientes vinculados al veto de Javier Milei a la Ley de Emergencia en Discapacidad. Aunque el tema parecía cerrado en términos administrativos, el debate dejó en claro que, detrás de la formalidad, lo que estaba en juego era la posición política de cada bloque.
El radicalismo, a través del concejal Daniel Núñez, volvió a diferenciarse de sus aliados. Frente a la propuesta opositora de sostener los proyectos con un nuevo marco; el decreto 681/2025, que promulgó la ley pero suspendió su aplicación, Núñez insistió en que los expedientes habían caído en abstracto y debían archivarse. Así, sostuvo: “No se trata de obstruir, sino de ordenar la discusión”.
El detalle no es menor: Núñez aprovechó para remarcar que la UCR ya había sido contundente en el Congreso en su rechazo al veto, de la mano de Maximiliano Abad y del conjunto del partido. Así, en vez de perderse en resoluciones locales que llegaban tarde, los radicales optaron por subrayar la pertenencia a una estrategia más amplia y consistente.
La decisión, avalada por mayoría, terminó en el archivo de los expedientes. Pero lo sustancial fue otra cosa: el radicalismo volvió a marcar distancia del resto del oficialismo local, que transita semanas de renovación. Núñez exhibió lo que viene siendo una constante: la UCR no se diluye en la reorganización del gobierno municipal y, por el contrario, busca capitalizar la imagen de firmeza y coherencia que el propio Abad intenta proyectar en el escenario nacional.
La foto que deja la comisión es nítida: mientras el oficialismo se fragmenta en la gestión cotidiana, los radicales ya juegan con la mirada puesta en lo que viene, cuidando la marca y subrayando la diferencia. En Mar del Plata, la fractura no se esconde: se ordena, se exhibe y se convierte en bandera.