La Tecla Mar del Plata
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El calendario legislativo empieza a quedarse sin hojas y en el Concejo Deliberante apuran la lapicera. Con la mayoría automática en retirada, el oficialismo convirtió al recinto en una escribanía exprés: prórrogas, adjudicaciones y contratos sensibles se despachan a velocidad de trámite bancario. Pero todavía guardan la gema final: después de siete años de cajoneo, llegó el turno de designar a los nuevos jueces de Faltas.
Lo que no avanzó en siete años, ahora sí. Las vacantes históricas en los Juzgados de Faltas N°2 y N°5, y la que dejará el retiro del juez del N°1, José Luis Oteiza, entraron en la “carpeta urgente”. El Ejecutivo envió las ternas y en el Concejo admiten por lo bajo que la jugada es simple: aprobar antes de que se esfume la mayoría. “Hay que firmar todo lo que se pueda antes de diciembre”, deslizó un concejal, mitad en broma, mitad en crónica.
Los nombres que circulan en esa lista corta del oficialismo incluyen al titular del Colegio de Abogados, Leandro Gabás; al ex funcionario Franklin Llan de Rosos; y a la abogada Paula Hernández. Nada está sellado, pero el reloj corre más rápido que la tinta.
No fue el único expediente que encontró autopista legislativa. Se viene avanzando con la extensión por dos años del contrato de recolección con 9 de Julio junto con la declaración de emergencia del servicio. También se pateó para adelante la presentación de proyectos de compensaciones urbanísticas al 2026 y se encuentra en tratamiento la prórroga del régimen de Incentivos a la Construcción. Prorrogar es gobernar.
En paralelo, se adjudicó el Minella al grupo brasileño Revee aliado con Proenter, mientras Boldt ya huele a ticket de estacionamiento propio, que va a ser tratado en su última comisión. Con ese contexto, la ofensiva final es clara: cerrar las ternas judiciales con los votos propios y algún libertario suelto antes de que aparezca otro “no hay acuerdo político”.