21 de mayo de 2025
COMISIÓN DE INDUSTRIA
Preocupación por el puerto: la oposición pide reglas claras y reacción del Ejecutivo ante la crisis pesquera
Mientras el Gobierno Nacional mantiene al sector en tensión con subas de costos, trabas fiscales y amenazas legislativas, concejales opositores advierten sobre el riesgo de pérdida de empleos y el silencio del intendente.

La crisis que atraviesa el puerto de Mar del Plata sumó en las últimas horas un nuevo capítulo en el Concejo Deliberante. Con un planteo que advierte sobre la gravedad del panorama económico y productivo del sector pesquero, en la comisión de Industria, el concejal Ariel Ciano volvió a poner el foco en un reclamo que hasta ahora no encuentra eco ni en el Gobierno Nacional ni en el Ejecutivo local.
Con tono crítico, denunció que el Gobierno Nacional “nuevamente utiliza a la pesca como variable de ajuste” y alertaron que “el puerto está en riesgo”. El mensaje buscó también sacudir la pasividad del gobierno municipal, al que le reclaman involucrarse activamente en la defensa del sector y elevar un reclamo firme ante Nación.
La industria pesquera representa más de 45 mil empleos directos, exporta a más de 100 destinos y aporta casi 2.000 millones de dólares anuales en divisas. Aun así, el concejal Juan Manuel Cheppi advirtió que el sector está amenazado no solo por el ahogo económico, sino también por proyectos legislativos a nivel nacional que “atentan contra la estabilidad laboral”, especialmente en rubros como el langostino.
En este contexto, se multiplican los llamados a la unidad de todos los actores políticos y productivos para defender lo que consideran “uno de los últimos motores del trabajo y el desarrollo local”. Mientras tanto, crecen las tensiones en el plano local, donde exigen que el intendente deje de mirar para otro lado y actúe ante un conflicto que puede tener consecuencias estructurales para la ciudad.
Por ahora, no hay respuestas. Pero el reclamo ya está instalado. La discusión sobre la pesca promete volver al recinto, cada vez con más tensión y más expectativas de definiciones. Porque si hay algo que quedó claro es que sin reglas claras, previsibilidad y una carga fiscal razonable, no hay desarrollo posible. Y el puerto no espera.