La Tecla Mar del Plata
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La concejal y exsecretaria general de UTHGRA Mar del Plata, Mercedes Morro, atraviesa uno de los momentos más delicados de su carrera política. Acusada de malversar fondos del sindicato gastronómico para la compra de un departamento en el barrio La Perla, la dirigente intentó defenderse en una entrevista realizada por el periodista El Presto. Sin embargo, lo que debía ser un descargo terminó convirtiéndose en un interrogatorio cargado de tensión, evasivas y contradicciones.
La denuncia, presentada por la actual conducción del gremio y radicada bajo la IPP N° 20440-25 en la UFI N°10, sostiene que durante la gestión de Morro se hicieron 14 transferencias bancarias desde cuentas sindicales hacia la constructora Cuarzur Edificios S.A. Esta empresa, según se expuso en la entrevista, tendría vínculos con familiares de otro dirigente gremial. Los fondos habrían sido destinados al pago de un inmueble que quedó registrado a nombre de Morro, no del sindicato.
En el reportaje, el periodista le exigió explicaciones sobre la falta de actas que autorizaran estas operaciones. Morro, visiblemente nerviosa, respondió: “La compra no me tienen que autorizar ellos, si desde el inicio lo hice yo. ¿Cómo le voy a pedir permiso a la comisión directiva para comprarme un departamento?”. Cuando se le señaló que cinco miembros de la comisión ejecutiva declararon que jamás se aprobó un préstamo personal ni la compra del inmueble, la concejal se limitó a insistir: “Lo pagaba yo”.
El intercambio subió de tono cuando se mencionó que los registros bancarios muestran que los pagos provenían de fondos sindicales. Morro replicó que se trataba de descuentos de su sueldo, pero el periodista le remarcó que no existen pruebas de tales devoluciones. Entonces, la dirigente deslizó una nueva versión: “Entonces en la tesorería se quedaban con la plata mía”.
Otro punto caliente fue el rol del entonces tesorero Darío Ocampo, sobrino político de Morro y hoy funcionario del EMTURyC. Según la denuncia, fue él quien realizó las gestiones con Cuarzur utilizando recursos del sindicato. Morro intentó minimizar el vínculo familiar alegando que estaba “separado de su sobrina hace 14 mil años”, aunque terminó admitiendo que había sido su pareja.
La entrevista también dejó al descubierto un entramado de nepotismo dentro de UTHGRA. La concejal reconoció que durante su gestión incorporó a hijas, nietas y otros familiares a la estructura sindical, aunque defendió que “todos trabajaban”.
Lejos de aclarar el panorama, Morro cerró con una frase que resonó como una admisión implícita: “Si me equivoqué, me equivoqué. No me quedé con plata”. “Si tengo que ir presa, iré presa”, manifestó.