El detrás de escena del lanzamiento de la temporada

En un lunes de grandes anuncios para la ciudad, primero con la firma del convenio para dragar el puerto y luego, principalmente, con el lanzamiento oficial de la temporada de verano con protocolos, el detrás de escena también dio que hablar.

El primer dato llamativo de la jornada que tuvo su epicentro en el Museo MAR fue que el acto se realizó puertas adentro y sin respetar el distanciamiento social entre los asistentes, sobre todo en lo que respecta a los trabajadores de prensa. Se trata de algo que podría haberse subsanado si el anuncio se hubiera hecho afuera, más aún teniendo en cuenta las grandes dimensiones del predio en el que se encuentra el edificio.

 El distanciamiento social no se cumplió


Massa, Meoni y Raverta, tarde

Tras protagonizar la firma del convenio para realizar el dragado, Sergio Massa, el ministro Mario Meoni y Fernanda Raverta se sumaron al anuncio de la próxima temporada, pero varios minutos más tarde, cuando ya el acto había iniciado. Incluso, el líder del Frente Renovador expresó algunas palabras durante la tarde, ponderado el trabajo en conjunto entre todas las administraciones, “más allá del distinto color político”, en clara alusión a Montenegro, quien estaba al lado suyo.

La incertidumbre por la nocturnidad

En la previa del anuncio, por lo bajo se escuchó a algunos funcionarios municipales con interrogantes en relación al desarrollo de la época estival. Según supo este medio, Montenegro consultó el viernes pasado, cuando se celebró una reunión con funcionarios provinciales en la que se dieron las primeras definiciones en torno a la temporada, si habría algún tipo de permiso para que funcionen el casino y los bingos, además de la situación de los parques acuáticos y los controles de las fiestas clandestinas.

Nada de ello habría sido contestado por los representantes provinciales, a pesar de que, con el acto de hoy, se confirmó que estará prohibido realizar actividades culturales, recreativas y de esparcimiento en lugares cerrados y sin ventilación. 

En tanto, otra de las preocupaciones giró en torno a los boliches y las consecuencias de que no funcionen durante el verano: “Tenemos que sumar, mínimo, 20 inspectores más para controlar las fiestas clandestinas de la noche, pero todavía no nos dieron ninguna definición”, se escuchó decir a un colaborador al intendente.