21 de agosto de 2025
ELECCIONES 2025
La trampa de las 16 listas: fragmentación y voto útil en General Pueyrredon
En las elecciones bonaerenses del 7 de septiembre, los marplatenses enfrentarán un cuarto oscuro abarrotado de boletas: 16 listas para concejales. La sobreoferta electoral, sumada al desconcierto por el desdoblamiento de los comicios nacionales, promete más confusión que opciones reales y abre la puerta al voto útil, un arma que puede fortalecer a los grandes y dejar sin representación a los espacios medianos.

General Pueyrredon se prepara para una elección que más parece un supermercado político que una contienda legislativa. Con 16 listas oficializadas, el distrito tendrá uno de los cuartos oscuros más abultados de la provincia. La foto revela algo más profundo que una oferta variada: una crisis de representación donde cualquiera arma un sello, pero pocos están en condiciones de sostener un proyecto.
En este escenario, cabe señalar, la grieta está en su cénit. La polarización entre el modelo libertario y el modelo kirchnerista está en su máximo esplendor y ha constituido el eje político y social de la campaña. De este modo, los dos grandes frentes buscarán traccionar votos con sus figuras seccionales. Por la Quinta Sección, La Libertad Avanza presenta como candidato al intendente Guillermo Montenegro, mientras que Fuerza Patria apuesta a la progresista Fernanda Raverta. Ambos espacios confían en que la polarización les permitirá retener y ampliar su base de apoyo, así como también impulsar sus listas de candidatos a concejales. El resto de las fuerzas, en cambio, juega con fuego: la dispersión de votos amenaza con dejar a muchos al borde del 8,33% necesario para entrar al Concejo Deliberante.
La lógica del voto útil se instala como un fantasma que recorre la campaña. Con tanto menú en las boletas, muchos electores prefieren asegurarse de que su sufragio “sirva” y lo terminan depositando en los polos dominantes. Para las fuerzas medianas, como Nuevos Aires, la trampa está latente y es muy clara: pueden cosechar adhesión en las calles y redes, pero perder representación por apenas un puñado de votos.
Más abajo, los sellos chicos como el Frente de Izquierda - Unidad (FIT-U), Sentido Común Marplatense, Unión y Libertad o Valores Republicanos saben que tienen una oportunidad inédita: con un electorado cansado y disperso, un núcleo duro disciplinado puede darles una banca que los coloque en el mapa. Pero esa misma fragmentación que ofrece la chance de entrar puede convertirse en el martillo que los excluya.
La paradoja es brutal: la multiplicación de boletas, presentada como un signo de pluralidad, puede terminar achicando el Concejo a las dos fuerzas que ya dominan la conversación pública. Entre la apatía social, el desconcierto ciudadano y el oportunismo político, el 7 de septiembre será más una prueba de resistencia que una elección. En Mar del Plata, y la Quinta Sección, la democracia ofrece de todo, pero a riesgo de que nadie sepa qué está comprando.