La Tecla Mar del Plata
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Mientras la ciudad crece con barrios nuevos, asentamientos y desarrollos inmobiliarios que avanzan sin planificación, los límites del ejido urbano siguen siendo los mismos que hace más de sesenta años. El resultado es un cóctel conocido: tierra en disputa, servicios que no llegan y un Estado que prefiere mirar para otro lado.
El Registro Nacional de Barrios Populares ya contabiliza más de 70 asentamientos en General Pueyrredon. Pero la discusión sobre cómo ordenar el territorio permanece atrapada en la burocracia municipal, con pedidos de informes que se acumulan y nunca desembocan en decisiones políticas concretas.
En 2023, organizaciones barriales, la Defensoría del Pueblo y sectores políticos de distinta pertenencia intentaron reabrir el debate: barrios como Jardín de Alto Camet, Las Dalias, Parque Peña y Félix U. Camet siguen reclamando ser parte formal del ejido. Aunque la propuesta logró cierto consenso, quedó varada en una maraña de dictámenes de Obras, Transporte, OSSE, EMVIAL y otras áreas del Ejecutivo.
Lo más llamativo es que el tema no es nuevo. El propio Plan Estratégico de 2004 ya advertía sobre la necesidad de integrar estas zonas al trazado oficial para garantizar servicios básicos. Dos décadas después, nada cambió. Y en plena campaña legislativa, el silencio de la dirigencia sobre esta deuda histórica vuelve a poner en evidencia las prioridades: discutir nombres y candidaturas, pero no el modelo de ciudad que se quiere construir.